Una de las obras más armoniosas y grandiosas de la arquitectura religiosa del gótico francés. Su construcción empezó a inicios de 1.220; construida bajo la influencia de las catedrales de París y Chartres. Es la mayor y más alta de las catedrales góticas en toda Francia (alcanzando una altura de 42.3 metros bajo la bóveda). Incluye elementos de las fases diferentes del estilo gótico, del gótico radiante (como la cabecera) y del gótico flamígero (en el caso del rosetón).
En el interior, se encuentra una nave que se divide en tres niveles: triforio, arcadas y vitrales altos, y se cubre con bóvedas de crucería cuatripartitas. En cada lado contiene una nave lateral de la misma longitud pero con bóvedas cuadradas. Dado que los muros no son ya portadores de las bóvedas, sino las columnas, los arquitectos pueden permitirse prescindir de esos gruesos muros opacos con el fin de hacer penetrar la luz a través de las vidrieras y por el rosetón de la fachada. La luz se filtra y transforma el interior en una claridad coloreada y llena de simbolismo.
La Sainte-Chapelle fue construida entre 1242 y 1248. Sus vidrieras forman un conjunto único de 1.113. El edificio se dividió en dos capillas, destacando la superior con quince enormes vidrieras de quince metros de alto y un rosetón que se añadió un siglo más tarde. Los vitrales de la capilla ocupan casi toda la superficie, pues el muro está reducido a los pilares que sostienen la bóveda, lo que la convierte un prodigio arquitectónico. En el momento de construcción de la capilla en el siglo XIII se diferenciaban dos tipologías de vidriera, las destinadas a ventanas elevadas, que debían ser vistas de lejos y estaban dedicadas a transmitir mensajes simbólicos del poder real o eclesiástico. Y las destinadas a ventanas bajas, que iban a ser vistas de cerca e incluían ciclos narrativos (Destaca la historia del pueblo de Dios: Creación, la historia hebrea, la fundación de la realeza en Israel y la historia de San Luis recibiendo las reliquias de la Pasión). Las vidrieras del ábside con temas espirituales (San Juan Bautista anuncia al Cordero de Dios y la Pasión de Cristo en el centro).Y en el gran rosetón aparece representado el Apocalipsis.
El interior de la Catedral de León destaca principalmente por la atmósfera de luz y color en que nos envuelven sus vidrieras. Suman un total de 737 vidrieras que cubren una superficie de unos 1800 metros cuadrados, resultado de un trabajo continuo que se perpetuó durante varios siglos y en el que podemos encontrar una confluencia de estilos y lenguajes de todas las épocas del arte de la vidriera. Desde el siglo XIII hasta el XX, con maestros vidrieros franceses, burgaleses, flamencos y centroeuropeos. Todas las vidrieras tienen una relación entre el lugar que ocupan y su iconografía. Existe una correspondencia clara entre los puntos cardinales y las figuras que se encuentran representadas en los ventanales, una estudiada programación iconográfica. Temas como el Árbol de Jessé, figuras del Antiguo y Nuevo Testamento, motivos vegetales, escudos y heráldica nobiliaria, serán algunos de ellos.