Este vídeo os presenta una breve introducción sobre la importancia de la teología de luz en la formación del nuevo modelo de divinidad  durante la baja Edad Media. Analizamos también la evolución de la arquitectura gótica en la isla de Francia, con el  objetivo de conseguir mayor altura y luminosidad en el interior de la catedral. Con esta intención, haremos un repaso por la arquitectura de Chartres, Reims y Amiens. Y, por último, dedicaremos la parte central del vídeo a conocer la historia de la Santa Capilla de París, sus particularidades arquitectónicas y realizaremos un análisis detallado de sus programa de vidrieras y su significación como paradigma del gótico radiante.

Qué recordar

El paso del Románico al Gótico dará paso a una arquitectura donde primará el vano sobre el mu ro. El primer gran monumento es la abadía de Saint-Denis, construida bajo la dirección del abad Suger. No busca la sencillez, sino la grandiosidad y el ornato, la creación del escenario ideal para la consagración y el enterramiento de los reyes de Francia iniciando el camino en la apertura de vanos para que la luz invada el interior. A finales del siglo XII se comenzaba la reconstrucción de la catedral de Chartres. Su principal aportación consistió en la eliminación de las tribunas sobre las naves laterales, gracias a la utilización de los arbotantes. Este es el punto de partida para las catedrales construidas en el siglo XIII como Reims, Amiens y Beauvais. Los arquitectos se afanan en una carrera por ganar altura, apuntan fuertemente los arcos y consiguen que los ventanales acentúen su altura por la desproporción respecto a su ancho; engrandecimiento progresivo de los huecos, con la consiguiente eliminación de los muros. Esto provoca mayor luminosidad, la absorción del triforio por las ventanas y un mayor preciosismo con espectaculares interiores que destacan por su ingravidez, regularidad y se llenan de una luz coloreada mágica proveniente de las vidrieras y de los rosetones. En la Santa Capilla de París la arquitectura pierde su valor visual para cedérselo al vidrio y a la luz. Modelo perfecto del arte gótico más refinado (el radiante), con un cerramiento formado exclusivamente por columnillas muy ligeras y vidrieras que dotan al interior de un ambiente irreal.
La historia de la construcción de las catedrales góticas es la historia de la búsqueda de la religiosidad y la espiritualidad a través de la luz, que será singular, filtrada, coloreada y transfigurada, cargada de misterio y simbolismo.

La metafísica de La Luz

En referencia a la metafísica de la luz, la Luz del gótico y las ideas del Abad  Suger  de Saint Denis. 
Una de las preocupaciones que caracterizó el nacimiento del gótico fue la representación de la luz dentro de las paredes del recinto catedralicio. El Abad Suger de Saint-Denis dio prioridad a la transparencia en los muros, a la búsqueda de un tipo determinado de luz interior que bañara el recinto tamizado por los vitrales de colores. Y obedece a principios filosóficos que se presentan como camino a la trascendencia, con el sentido de la “metafísica de la luz”, concepto teológico de la luz omnipresente de Dios a través del color de sus vidrieras, en aras de transmitir un impacto en los fieles. El mensaje de Dios a través de la luz. Inspirado en las ideas de Dionisio Areopagita y su concepto de belleza en relación a la luz, este concibe a Dios como luz pura; de Dios surge el fulgor que ilumina todas las criaturas. Dios ilumina las almas. Y mediante la belleza visible se puede alcanzar la invisible. Para embellecer la iglesia, Suger se propuso que el interior fuera un reflejo de la luz que emana de Dios e ilumina toda la creación material y el universo espiritual.

Las reliquias de la Santa Capilla de París

En 1237 el último emperador latino de Constantinopla, Balduino II, ofreció al rey francés, Luis IX, comprar la corona de espinas de Cristo, sabedor de la devoción y religiosidad de este. Movido por este sentimiento compró más reliquias de la Pasión, entre ellas, una parte de la cruz de Jesucristo. El monarca francés accedió a comprar las ansiadas reliquias. Después de varios periplos y estancias, llegaron primero a la Iglesia de San Nicolás perteneciente al Palacio Real de París. Pero Luis IX decidió construir la Santa Capilla para custodiar su colección de reliquias, uno de los más fascinantes templos góticos de la historia, comenzando su construcción en 1242.
Miramos con atención, por ejemplo los grandes artefactos funerarios que realizó Bernini en San Pedro del Vaticano; La tumba de Clemente VII o de Alejandro VII. Realizó una integración que podríamos definir como teatral, donde arquitectura, escultura y pintura  se unieron para crear obras espectaculares. 
 

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