Hacemos un recorrido audiovisual sobre la evolución de su pintura en la isla de Creta hasta la realización de su famosa obra “El Entierro del Conde de Orgaz”.
Nos asomaremos a su periodo de formación como pintor bizantino en su Creta natal. Veremos la importancia de las influencias que recibió durante su estancia en Venecia, de la mano de Tiziano, Tintoreto y Verones. Revisaremos su estancia en Roma donde su estilo se confrontó con las obras de los grandes maestros del último renacimiento especialmente con las obras de Miguel Angel. 
Le acompañaremos durante su inesperado viaje a España. Sus relaciones con Felipe II y las élites eclesiásticas de la ciudad de Toledo. Nos asomaremos a sus primeras obras en España: “El retablo de Santo Domingo el Antiguo”, “El expolio de la sacristía de la Catedral de Toledo” y “San Mauricio y la Legión Tebana” que realizó para el monasterio del Escorial. 
Estudiaremos sus retratos toledanos “El caballero de la mano en pecho” y la influencia en los retratos barrocos. Veremos algunos de los modelos iconográficos: “Las lágrimas de San Pedro”, “La Magdalena penitente” o “San Sebastián.” Para finalizar el vídeo muestra un análisis detallado de la iconografía y significado de su famosa obra “El entierro del Conde de Orgaz".

Qué recordar

Domenikos Theotokopoulos, nació  en  la ciudad cretense de Candía en 1541, conocido como El Greco, es un caso único en la Historia de la pintura. Creará un estilo inconfundible y peculiar en el que quedarán sintetizadas de manera armónica sus cuatro grandes influencias pictóricas: en su etapa inicial la figuración bizantina, ya que su aprendizaje fue como pintor de iconos; el colorismo veneciano, con una clara influencia de Tiziano, Tintoretto, los Bassano y El Veronés, sobre todo, lo relacionado con su empleo del color, la perspectiva, la anatomía y la técnica del óleo; el manierismo miguelangelesco de su estancia en Roma y la espiritualidad castellana, ya que al no conseguir triunfar en la corte de Felipe II se instala en Toledo recibiendo encargos para retratar distintas personalidades de la sociedad toledana y retablos y obras de devoción de las instituciones religiosas. Será referente para artistas de movimientos del siglo XX.


El Greco y el espíritu del manierismo

Los manieristas llevaron los principios establecidos durante el Alto Renacimiento a otro nivel, desembocando en una estética que dio un giro estilizado al clasicismo. Pintores como Parmigianino o las últimas creaciones de Tintoretto se inscriben en este nuevo lenguaje. Pero sin duda, el ejemplo paradigmático del espíritu manierista será la figura de El Greco. Al igual que los pintores manieristas, en sus obras la luz no es natural sino fría y coloreada de manera antinatural. Los colores se perciben extraños, fríos, artificiales y violentamente enfrentados entre sí. El equilibrio, el orden y la serenidad dan paso al contraste y la distorsión con representaciones anticlásicas e intrincadas. Los modelos adoptan posturas complicadas, tienden a la sinuosidad, a las formas serpentinatas, de manera desproporcionada, elástica y alargadas. 

El Greco y la pintura expresionista

En su carrera artística de El Greco, evolucionará hacía lo que podríamos denominar una pintura expresionista. El cretense no pretendía representar la realidad de manera naturalista, sino que aparece extrañamente deformada. Por la utilización de figuras extraordinariamente alargadas, delgadas, fantasmales, muy expresivas, con iluminación propia. Con una extensa gama y variada de colores a la búsqueda de provocar grandes contrastes. Con su paleta distorsionaba la realidad y el cánon de las figuras buscando transmitir emociones, conmover al espectador.

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