A comienzos de la década de los 1880, Degas orienta su temática hacia la representación de mujeres desnudas, captadas en una actividad cotidiana, como el aseo: peinándose, secándose, tras el baño o saliendo de él. Difiere de la tradición pintoresca del tema galante de la mujer en su aseo. La pose de la joven, toma como referencia la “Afrodita en cuclillas” de la Antigüedad. Influencia de las estampas japonesas en cuestión de perspectiva. Degas explota las capacidades expresivas del pastel para conseguir una expresión naturalista del cuerpo. Dota de vida a las carnes mediante la yuxtaposición de innumerables trazos de color. La fuerte luz solar inunda el espacio, creando una atmósfera intimista y delicada. 

La instalación del Circo Fernando de manera permanente en  Montmartre será para los pintores como Degas, Lautrec o Seurat un punto obligado de visita. La protagonista es la artista mulata Miss La La ejecutando uno de sus números que consistía en ser izada hasta la cúpula del circo por medio de una cuerda mientras se aferraba con su mandíbula ascendía girando sobre ella misma. Tanto el audaz contrapicado como el encuadre selectivo se inspiran en el mundo de la fotografía. Imprime asimetría deliberadamente para aumentar su carga expresiva. Eliminado el punto de referencia del suelo, el espectador se integra perfectamente en la escena.  

Después de su muerte en 1917, se descubrieron en el estudio de Degas unas 150 esculturas de cera o arcilla. En vida del artista, el conjunto se había mantenido oculto al público, excepto la Bailarina de 14 años. Mostró la pieza en la exposición impresionista de 1881 donde generó una gran polémica y numerosas críticas, así que decidió relegar las esculturas a su estudio. Su estado de conservación era bastante precario así que se decidió fundir en bronce. Representa a una joven bailarina en el descanso de una de sus clases. La figura se acompañaba con objetos realistas como las zapatillas de satén, el tutu de baile en tul, un corpiño de seda en color marfil y una cinta de raso para sujetar el pelo. “Instantánea escultórica”, un pretexto para captar sus movimientos.